«Si  algún cliente pudiera ver los discretos sacrificios que asume su letrado, podrá ver que los servicios jurídicos no son nada caros» Entrevista José C. Pérez Arias. Abogado

una Entrevista Jose Carlos Pérez Arias Abogado

Hoy queremos conocer a un abogado joven, algecireño y pujante: José Carlos Pérez Arias. Con él, queremos hablar sobre los retos que la profesión plantea actualmente en general y al abogado joven en particular. Doctorando en Derecho, CEO/Socio Fundador de su propia firma: Smartlou; columnista de diferentes medios; director de la revista NewsLegal; miembro de la Asociación Andaluza de Derecho Deportivo (AADD), Asociación Española de la Calidad Ética en el Deporte, Asociación “Jóvenes Juristas”, dirigiendo en la actualidad su Departamento Jurídico… Como ven, no traemos hoy a nuestros píxeles a una mente apagada, sino todo lo contrario, a un alma inquieta:

Jose Carlos ¿cuál es el secreto para un ejercicio de la profesión tan polifacético como el suyo?

Si me preguntas por un secreto, no es algo ni mucho menos misterioso. La clave de mi desarrollo profesional la encuentro en el trabajo diario y la constancia. También, mi trayectoria es el fruto de la apuesta que realizaron por mí numerosas personas, ofreciéndome oportunidades o bien mostrando su rechazo porque entendían que ese camino no era el más recomendable.

Asimismo, la Abogacía está condenada a ser una profesión sujeta a cambios continuos, en especial la plena digitalización y las nuevas áreas de ejercicio. Mi juventud me lleva a ejercer la profesión desde múltiples prismas y áreas, consiguiendo dos objetivos: responder a mis anhelos, y lo más importante, resistir en un mundo con una alta competencia y exigencia por parte de los clientes.

¿Qué dirías que es —a tu modo de ver— lo más difícil para crear un despacho propio a una edad temprana como la tuya?

La dificultad principal podría encontrarse probablemente en la soledad, un sentimiento que va mucho más allá del que tienen los autónomos cuando abren su negocio en otros sectores. Te encuentras solo en un mundo lleno de dudas e incertidumbres (inversiones, cobros de facturas, plan de negocio, dudas familiares, etc.). Además, algunos compañeros buscan aprovecharse de algún modo de tu bondad y bisoñez, por lo que te ponen en numerosos aprietos. En definitiva, el joven abogado echa en falta un entorno más cooperativo, en aras del beneficio de la profesión. Los jóvenes abogados no somos forasteros del “Viejo Oeste” y respondemos a una máxima: ganarse la vida de la forma más honrada posible sin quitarle nada al resto.

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El sector legal —el de la abogacía, muy en particular—, vive una transformación notable. Nuevos ritmos sociales, nuevos campos como criptomonedas, compliance… LexNet; clientes que escriben un WhatsApp al abogado a las once de la noche; turnos de oficio que se pagan tarde y mal; dificultad para conciliar; desprestigio de la profesión en diversos foros… ¿Cuáles son los grandes temas sobre la mesa? ¿A qué retos tiene que hacer frente la abogacía, sí o sí, durante los próximos cinco o diez años?

En otros oficios, no se discute el precio ni las condiciones, pero en la Abogacía se pide la consideración y la "rebajita". Entrevista Jose Carlos Pérez Arias, Abogado. Clic para tuitear

En atención a mi experiencia y visión, los grandes temas que van a estar presentes en el sector legal son los siguientes:

El funcionamiento de la Administración de Justicia, marcado por la escasez de recursos públicos y unas dinámicas de trabajo totalmente ineficientes, lo que a la postre se traduce en señalamientos tardíos y una falta de respuesta a las peticiones de los justiciables.
La transición digital, que ya está cambiando nuestra vida en todos los aspectos tras una dura etapa de pandemia. En los próximos años, habrá aplicaciones que respondan a buena parte de las funcionalidades de la Justicia y considero que algunas profesiones estarán en serio riesgo. Con los debidos respetos y mi máxima consideración, pero esta pregunta es un buen ejemplo: ¿Los Procuradores seguirán existiendo?
La dignificación de la profesión. Desde hace algo más de una década, la Directiva europea de liberalización de los servicios profesionales tuvo como principal consecuencia la libertad de precios en la Abogacía, pasando los baremos a mejor vida. En el otro lado de la cuerda, los clientes siguen viendo a la Abogacía como una profesión esencial, gozando de una elevada estima social en los estudios sociológicos nacionales, pero todavía no existe una cultura de precios que favorezca un desarrollo empresarial integral de buena parte de los letrados. En resumen, existe un “turno de oficio paralelo” en el que cliente trata de reducir a toda costa el importe de los honorarios, pudiendo quedar el Letrado en una encrucijada en numerosas ocasiones. Básicamente, en otros oficios, no se discute el precio ni las condiciones, pero en la Abogacía se pide la consideración y la “rebajita”.
Paralelamente, esta dignificación debería entrar en marcha con respecto a la visión o trato que se profesa a la Abogacía desde otros operadores jurídicos. En España, la Abogacía parece un oficio de segundo nivel y se ve como el último recurso de quienes no opositan cuando no es cierto. El abogado es el primer eslabón de la cadena de la defensa de derechos fundamentales de la ciudadanía y se ve inmerso en un estudio continuo de legislación y asuntos. Esta impresión la he compartido con compañeros de Latinoamérica y no dan crédito a la situación.
La salud mental de la Abogacía. Jornadas maratonianas e interminables, la necesidad de asumir emocionalmente algunas situaciones de los clientes, demoras injustificadas de los procedimientos… Este listado inabarcable acaba convirtiéndose en un cóctel explosivo que produce ataques de ansiedad, estrés, depresión. El legislador debe tomar buena nota y reconocer derechos que vayan orientados al descanso y la conciliación, todo ello sin olvidar que los derechos de nuestros clientes no se vean afectados.

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En el caso de la abogacía joven, que tú mismo encarnas muy bien: ¿qué se debería hacer para apoyar al abogado que está empezando? ¿Cómo se puede contribuir a hacer de su carrera profesional un espacio más agradable en los primeros años?

Las instituciones implicadas deberían velar por tres máximas: formación continua accesible, mentorización y vías de respaldo económico. La formación continua es indispensable, pero el Abogado se enfrenta a una oferta muy amplia y costosa. Por ejemplo, el Consejo General de la Abogacía podría introducir unos parámetros para dar calidad a la formación exigida a los letrados. La mentorización es un paso necesario, porque el Máster de Acceso está planteado como un repaso de la carrera y sería una oportunidad para aprender directamente de los letrados en activo. Por último, la iniciativa de montar un despacho precisa de conocimientos multidisciplinares y una preparación, por lo que una mentorización no vendría mal.

En definitiva, la Abogacía será un espacio más agradable para los jóvenes si se garantiza una formación integral y unos recursos mínimos.

La mentorización es un paso necesario, porque el Máster de Acceso está planteado como un repaso de la carrera y sería una oportunidad para aprender directamente de los letrados en activo Clic para tuitear

¿Eres un abogado solo enfocado al ejercicio estricto de la profesión o te apetecería asumir roles de liderazgo dentro del Colegio Profesional que te toque? ¿Cuáles serían las líneas maestras de tu hipotético programa?

Menos mal que la Abogacía no es sinónimo de aburrimiento (risas). Por el momento, tanto Victoria Ortega como mi Decano Óscar Cisneros pueden dormir tranquilos. Pero, soy muy consciente de que la profesión necesita numerosos cambios para garantizarle un futuro próspero. Por lo tanto, mi intención no es quedarme como un “abogado de despacho”, sino que intentaré formar parte dentro de mis posibilidades de un marco de responsabilidad que ayude al progreso de la Abogacía. En estos momentos, los Colegios Profesionales son meros prestadores de servicios de sus miembros, por lo que el enfoque de su funcionamiento merece una reflexión. Aunque un programa electoral merece una discusión continua, sus puntos fundamentales creo que serían los siguientes:

1.- La reforma integral del Turno de Oficio, porque el modelo actual de Justicia Gratuita parece caducado, ofreciéndose al cliente una atención insuficiente a cambio de una retribución tardía y escueta. En su sustitución, un sistema pro bono construido como un voluntariado de todos los Abogados en el que pudiera fiscalizarse cada asunto de forma individualizada en el sistema sería un buen remedio, aunque este cambio merece una discusión más amplia.
2.- El desarrollo de campañas de concienciación social sobre el servicio esencial que hay detrás de la Abogacía y los parámetros que determinan nuestros honorarios. Si  algún cliente pudiera ver los discretos sacrificios que asume su letrado, podrá ver que los servicios jurídicos no son nada caros.
3.- Propiciar la mejora efectiva de la Administración de Justicia. La Abogacía actúa como la primera línea de defensa de los derechos de los ciudadanos. Esa fuerza podría extenderse a las grandes cuestiones que afectan al funcionamiento de la Justicia, posibilitando su reforma. Por lo tanto, las acciones reivindicativas del conjunto de la profesión son más efectivas que una pancarta o manifestación.
4.- Facilitar una digitalización plena de la profesión y dejar un espacio para el talento de los compañeros mayores de 50 años. En los sectores profesionales de nuestro país, se observa un salto generacional, siendo uno de los indicadores más relevantes el uso de las nuevas tecnologías. Es cierto que en el área de Marketing y Comunicación, el Kit Digital que se está concediendo a las PYMES puede ser una buena vía, pero la Abogacía tiene unos mecanismos digitales muy particulares y que no suscitan el interés de los compañeros más veteranos. En conclusión, el futuro nos invita a combinar los avances con las lecciones magistrales que nos ofrecen los compañeros veteranos más talentosos.


Pues hasta aquí nuestra conversación con José Carlos. Ya habrán visto nuestros lectores que se trata de un profesional lleno de entusiasmo y profundidad de conocimientos. Una juventud que no choca, sin embargo, con una visión muy madura de un sector en el que lleva años creciendo en diferentes ámbitos. Sería bueno hacer las reflexiones que nos propone y analizar, tal como hace él, con espíritu crítico, los espacios de mejora y las oportunidades que encuentra la profesión.


Una entrevista de Álvaro Sánchez para Revista de Empresa.

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