Te habrás dado cuenta de que cuando buscas en Google, los resultados no se ven como antes. Ahora lo primero que te muestra Google es el resultado de la IA para tu búsqueda. Esto puede gustarte si estás buscando cuál es el orden de las pirámides de Egipto por orden de altura. Cuando buscas una pizzería con servicio a domicilio cerca de tu casa, como que la IA estorba más que ayuda. Pero ahí lo tienes, te guste o no, Google lo muestra en primer lugar.

El panorama del marketing digital está cambiando a gran velocidad. El SEO se enfrenta a un futuro cambiante: la aparición de resultados generados por inteligencia artificial está modificando el tráfico orgánico de las webs, que ahora deberán trabajar para colarse en las referencias hipertextuales de la IA.

Por otro lado, las campañas de SEM resultan cada vez más caras y están tan automatizadas que muchas empresas sienten que han perdido el control y la transparencia. A esto se suma que las redes sociales, salvo que se invierta en grandes cantidades de publicidad, ofrecen una rentabilidad limitada y a menudo impredecible.

En este contexto, no es casualidad que muchas compañías estén redescubriendo el valor de una herramienta que lleva décadas demostrando resultados: el email marketing. Plataformas como Mailrelay han demostrado que, a diferencia de otros canales, el correo electrónico sigue siendo económico, eficaz y totalmente gestionable por el propio usuario, sin depender de algoritmos opacos.

Email marketing: una estrategia sólida en tiempos de incertidumbre

A diferencia de lo que ocurre en redes sociales, donde la visibilidad depende de pagar por alcance, el email marketing permite a las empresas comunicarse directamente con sus clientes y contactos, con una tasa de apertura y conversión mucho más predecible. Para negocios que necesitan enviar grandes volúmenes de correos electrónicos, el correo electrónico no solo es más rentable, sino también más transparente.

El email ofrece:

  • Control total del mensaje: llega directamente a la bandeja de entrada de tu audiencia.
  • Menor coste por impacto frente a SEM o redes sociales.
  • Segmentación avanzada para llegar con precisión a cada tipo de cliente.
  • Medición en tiempo real para optimizar campañas de forma continua.

Ventajas competitivas del email masivo

Cuando hablamos de grandes empresas, startups en crecimiento o negocios con un alto volumen de contactos, la escalabilidad del email resulta clave. No todas las herramientas ofrecen planes realmente adaptados a estas necesidades, y ahí es donde soluciones como Mailrelay marcan la diferencia.

Algunas de sus características más valoradas son:

  • Un plan gratuito excepcionalmente generoso, con hasta 80.000 envíos al mes y 20.000 contactos.
  • Soporte al cliente en varios idiomas, incluso en el plan gratuito, disponible por teléfono, chat y tickets.
  • Automatización sencilla e intuitiva, con series de bienvenida, goteo y respuestas automáticas.
  • Pruebas A/B y segmentación avanzada con campos personalizados.
  • Informes detallados y mapas de calor para mejorar el ROI en cada campaña.
  • Integración fácil con WordPress, API REST y herramientas de importación de contactos a gran escala.
  • Editor de boletines con IA, pensado para ahorrar tiempo y mejorar la redacción de contenidos.

Lo que siempre funcionó invita a volver a lo que funciona

En un ecosistema digital cada vez más complejo y caro, el email marketing se mantiene como una de las estrategias más rentables, sencillas y directas para las empresas. Apostar por este canal no solo permite ahorrar costes frente a campañas de pago, sino también garantizar un control total sobre el mensaje y la relación con el cliente.

El futuro del marketing online pasa por recuperar herramientas efectivas y accesibles, y el email masivo sigue siendo una de ellas.

El reto es hacerlo bien: ¡claro!

No te descubro la pólvora si te digo que el reto es hacerlo bien. En esto y en todo en la vida. Es decir, el e-mail marketing es lo más rentable desde el punto de vista inversión-retorno, si lo hacemos bien. Pero claro, tú me puedes preguntar:

¿Cómo gestionar con éxito una campaña de email marketing?

Tener la herramienta adecuada es solo el primer paso. Uno fundamental, pero queda recorrido. Para que una estrategia de email marketing sea realmente efectiva, es esencial diseñar un plan bien estructurado que cubra desde la captación de suscriptores hasta el análisis de resultados.

¿Lo vemos paso a paso? Venga, que yo creo que así te ayudo más, ¿a que sí?:

1. Captación de suscriptores de calidad

La base de una campaña está en la lista de contactos. No sirve de nada enviar miles de correos si la audiencia no está interesada. Algunas prácticas recomendadas son:

  • Formularios en la web con llamadas a la acción claras y beneficios atractivos.
  • Lead magnets (ebooks, guías, webinars o descuentos) a cambio de la suscripción.
  • Eventos y networking como fuente de nuevos contactos interesados en tu negocio.
  • Cumplir siempre con la normativa de protección de datos, asegurando el consentimiento expreso.

2. Definir el tipo de mensajes

No todos los correos tienen el mismo objetivo. Es importante combinar diferentes tipos de mensajes para mantener el interés:

  • Boletines informativos con novedades, artículos y actualizaciones de la empresa.
  • Emails promocionales con ofertas, lanzamientos o campañas específicas.
  • Emails de valor añadido, como consejos prácticos, casos de éxito o tendencias del sector.
  • Mensajes transaccionales (confirmaciones, recordatorios, etc.), que refuerzan la confianza en la marca.

3. Crear cadenas de mensajes automatizadas

Una de las grandes ventajas de plataformas como Mailrelay es la posibilidad de configurar secuencias de correos automatizados que se envían en función del comportamiento del usuario:

  • Serie de bienvenida, para presentar la marca y aportar valor desde el primer contacto.
  • Campañas de goteo, con envíos escalonados para educar al suscriptor en un tema concreto.
  • Respuestas automáticas personalizadas, según la acción que realice el usuario (descargar un recurso, registrarse en un evento, etc.).

4. Segmentar y personalizar

No todos los contactos son iguales. Dividir la lista por intereses, historial de compras o nivel de interacción permite enviar mensajes más relevantes y aumentar la tasa de apertura y conversión.

5. Medir y optimizar

El email marketing no es un proceso estático. Analizar los informes —aperturas, clics, mapas de calor, conversiones— es clave para mejorar cada envío. Hacer pruebas A/B en asuntos, llamadas a la acción y formatos permite descubrir qué conecta mejor con la audiencia.


Creo que ya lo tenemos todo. Ahora la pelota está en tu tejado. Si quieres seguir teniendo un flujo de clientes constante en tu negocio, vas a necesitar un servicio potente de gestión de e-mail marketing. En segundo lugar, deberás trabajar para sacarle el máximo partido. Son herramientas muy completas, que te van a permitir hacer muchas dinámicas diferentes con tus potenciales clientes… pero que te darán mucho más de sí, su máximo potencial, si pones de tu parte en exprimirlas al máximo. Si lo haces, tendrás en el e-mail marketing a tu mejor aliado.

Como todo en la vida.